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lunes, 25 de agosto de 2014

El sacrificio y el mito

¿Qué tienen en común Marilyn Monroe, Michael Jackson, Kurt Cobain, John Lennon, Jim Morrison o Amy Winehouse? (por citar algunos de las decenas de ejemplos a las que podríamos referirnos)
Los que estéis pensando la fama y la muerte prematura tenéis dos minipuntos para la saca. Los que estéis pensando un Neptuno fuerte en la carta o malos aspectos con Neptuno, tenéis el premio gordo.
Si nos pusiéramos a analizar cada una de las cartas individualmente, podríamos detectar en ellas la presencia de Neptuno de una u otra forma (ya sea por los malos aspectos del planeta en la carta de Marilyn Monroe o Jim Morrison, por los planetas en piscis de Kurt Cobain o de Michael Jackson, o por la importancia del mismo en la carta de John Lennon)
La magnitud de la fama de estos individuos solamente puede ser interpretada a través de las aguas de Poseidón. Una Luna en Leo, en casa diez y en trígono a Júpiter, puede dar mucha visibilidad pública a nivel internacional, es obvio. Pero las legiones de fans idealizadores, las masas que divinizan a la estrella, son terreno de Neptuno.

Uno de los grandes cambios que está trayendo consigo el inicio de la era de acuario, en la cultura occidental, es la suplantación de los santos y las vírgenes (propias de la era de Piscis y del cristianismo) por ídolos de carne y hueso que se presentan ante nosotros como seres inalcanzables, ya que solamente podemos idealizar aquello que no podemos alcanzar.
De hecho, podríamos considerar que la idealización es un mecanismo de Neptuno para disolver las fronteras y crear la unión universal, puesto que es el único modo de amar lo desconocido.
La idealización de Jesucristo  se produjo tras su muerte, cuando el ego se había fundido con el cosmos. Del mismo modo las canonizaciones se ponen en marcha tras las defunciones, nunca antes. 
Pero las idealizaciones emitidas por las hordas de fans se dirigen a personajes vivitos y coleando, que deben saber manejar toda la energía que la idealización supone.
Deben aprender a gestionar esos océanos de fuerzas invisibles que impactan en sus vulnerables seres. Deben lidiar con  los millares de ojos que se proyectan en ellos, que desean imitarlos, que desean fundirse con esas entidades a las que creen conocer.
Es evidente que un ser humano no puede aguantar todas esas proyecciones durante demasiado tiempo sin sufrir algún daño colateral.
Es por ello que ,en muchos casos, la única escapatoria es el sacrificio de la propia identidad. La entrega del alma a la humanidad.
Si la vida no finaliza en el momento en que nos desprendemos de nuestra alma, la única alternativa que se nos presenta es la de vagar como muertos vivientes hasta el fin de nuestros días. Lo que sin duda sucede en muchos casos. Véase el arquetipo de la vieja gloria tan magistralmente parodiado en ¿Qué fue de Baby Jane? , por ejemplo.
Algunos de vosotros os estaréis preguntando; ¿Qué pasa con Brad Pitt? ¿Y Madonna? ¿Tan fuertes son? ¿Tantas proyecciones pueden resistir?
La respuesta a estas preguntas se obtendría con un análisis individual de sus cartas, que posiblemente abordemos en detalle en otro texto. Pero como no quiero dejar la teoría en el aire, la resumo; 
En el caso de Madonna y de Brad Pitt podemos estar ante futuros muertos vivientes que, en unos años, intenten recuperar su alma reviviendo el pasado. Algo que no sería de extrañar en el caso de Madonna, teniendo en cuenta sus últimas apariciones públicas…
O podemos hablar sino  de casos que saben aprovechar las energías planetarias de sus cartas para contrarrestar lo negativo del efecto “neptunizante”.  Intervendrían aquí la Luna (tan íntimamente ligada a la popularidad)  , el Sol o Júpiter. Planetas que en buen aspecto son también generosos en términos de visibilidad pública.
La fama que otorga Neptuno puede traer consigo problemas con alcohol, barbitúricos o drogas en general y  si Brad Pitt o Madonna tienen problemas con drogas yo no me he enterado. Por eso podemos pensar también que se pueden manejar bien con unas cartas que se encuentran equilibradas en algún sentido. Unos Soles o Lunas fuertes (Madonna y sus planetas en Leo o Brad Pitt y su Sol en casa 1), o ayudas de planetas como Saturno (Stellium en capricornio de Brad Pitt)
Debemos tener en cuenta que el Sol, Júpiter o la Luna, por bien aspectados que estén, difícilmente podrán llegar hasta donde se extiende el océano.  Una muestra de ello, es la idealización que se produce  tras las muertes.
Solo cuando el ego entrega su alma a la inmensidad (proceso neptuniano por excelencia), podemos adentrarnos en lo divino.
Neptuno, por tanto,  es el único planeta capaz de hacer pervivir la fama en la eternidad , pero exige el sacrificio de la propia individualidad a cambio. Y en la mayoría de los  casos, solamente cuando ese sacrificio se produce de manera prematura se puede crear el mito.

                                                                                                                              

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